Feliz Natalis invicti, cumpleaños del sol invicti

El Festival del Nacimiento del Sol Inconquistado (Dies Natalis Solis Invicti) se celebraba cuando la luz del día aumentaba después del solsticio de invierno, en alusión al "renacimiento" del sol. Este Festival corría desde el 22 al 25 de diciembre. Esta fecha fue escogida por el papa Julio I como nacimiento de Jesús en el año 350, lo que fue decretado por el papa Liberio en 354.

Antes de que nos impusieran centrar todas nuestras fuerzas y creencias en un dios para mi inexistente, antes de que creyésemos en Jesucristo, toda nuestra energía se centraba en el universo. El dios sol era venerado desde todos los puntos de la tierra...después de la saturnalia venía el natalis invicti.
En el solsticio de invierno el día empieza a crecer, la noche se va acortando. Nuestro astro es el centro de la galaxia, el centro de nuestras vidas, la unión con todos los seres humanos, animales y plantas. Gracias al sol existimos, gracias al sol vivimos. A este astro que ahora ilumina mi cara es a quien debo mi felicidad, por eso hoy, 25 de diciembre me desvío del típico feliz navidad para desear al mundo, mi mundo, un feliz nacimiento del sol invencible.

Vienes a mi

Vienes a mi, como un niño que corre tras su pelota, que se escapa rodando lentamente hacia los árboles. Te acercas lenta e intensamente, incesante hacia ni siquiera tú sabes dónde dejándote llevar por las mareas, dejándote balancear entre las olas. Entre libros que esperan cerrados a otro lector, entre películas que aguantan entre sus máscaras diálogos perdidos, entre vientos y deseos. Como quién va hacia ninguna parte siguiendo el rumbo de las estrellas, como el que bien sabe a dónde ir pero aún así desconoce el lugar exacto. Hoy busco entre mapas antiguos tu ubicación y no la encuentro, sé que no la encontraré. Sé que tu vienes cuando menos se te espera y sé que tu sabes bien dónde estoy. No necesito mapas, para mi no existen fronteras. Sólo necesito saberte, sentirte y vivirte por que yo ya bien sé que tú, hoy, vienes a mi.

Comienzos

Perderme con la luz del universo, despertarme cuando las flores siguen dormidas y observar como el tiempo se para sobre mi para concederme una tregua sin fin. No hay final para la felicidad cuando se posa sobre ti. No hay final para un comienzo inesperado.

LO MEJOR DE SER UN ADULTO ES TENER LA LUCIDEZ PARA VOLVER A SER UN NIÑO!!!

sin más titubeos

Como luces las estrellas

Como luces las estrellas en este cielo verdadero,
como luces las miradas cuando el sentimiento es sincero.

Regalos en un momento de oscuridad,
reclamos de libertad,
en el regazo de la inmensidad vemos un cielo de serenidad.
Estrellas imperturbables miran con sosiego a una pequeña mente que está dispuesta a no sentir miedo.
Ni miedo ni penurias,
ni problemas, SIN angustias.
Sólo veo mis deseos reflejados en tu juego de verdades,
juegos de malabares,
hoy las estrellas cantan bingo a mis lunares.
Hoy los destellos dicen PARA! a mis cantares.
Los pensamientos fluyen cual caudal atormentado que viaja, que se adentra a un final apantanado de quereres y poderes,
de decirte lo que pienso,
de poder mirar al viento sin perderte atardeceres,
de suspiros que te atrapan al segundo de deseo,
de soñar al mundo entero con sonrisa y sentimiento.

Como luces las estrellas en este cielo verdadero,
como ley el firmamento, como nubes en el viento.

Con poder parar el tiempo,
con tan sólo un movimiento,
con volver a tropezar en este instante

y en este mismo lugar.

Con volver a atardecer,
a amanecer
y a recoger mis alegrías colgadas al tiempo,
Hoy debo sentir el momento,
ambientado con aroma de vivir,
con perfume de latir y con deseos de reir....
Debo sentir el firmamento, acariciarte a fuego lento
y saborear el sonido de tus pensamientos.

Hoy las estrellas se apagan con mi luz,

y mañana el cielo acariciará justo en esta latitud.


A mi cielo.

Increible

Parece increible que con este día sea 6 de diciembre. Caminar por la playa sin abrigo no son cosas de este mes. Hoy espasmos ha sido el rey de la playa, cosa que si no fuese diciembre creo que en Ibiza sería imposible. Caminando por playas desiertas con un cielo completamente azul... no sé a quién darle las gracias por estos días de primavera, en invierno.