Not ending

Se deslizaba por entre sus manos acariciándola suavemente. El agua, fría entre sus dedos, volvía a su origen una y otra vez, sin dejarse interrumpir. El ciclo de vida, el ciclo del agua, el ciclo del universoentre sus manos. Refrescando y saciando la sed, el infinito atrapado un instante.

Shanti shanti

Me viene de espaldas, me arropa desnuda, me besa temblando, un baño en las nubes. Me salta una lágrima, me suena una risa, me viene despacio, una suave brisa. Montañas que suben en mares que bajan, reflejos que vienen, cielos que se espantan. Aguas que se calman, y gotas que brotan, suspiro en el alma y respiro sin prisas.

Más rápida que el viento

   Deambulando por la montaña, mientras esperaba al relevo de la salvación, divisó, sin querer, la posible conexión de dos de sus sueños más remotos. Creyéndose encontrar en el momento adecuado para decidir, corrió y corrió tras ellos. Su perro le seguía, siempre fiel, sin fallar a la tradición. Cogió el primer tren que vió en el andén de su mente, sin preocuparse por el precio del billete ni por el tiempo ni el destino al que llegaría, simplemente se subió al primer pensamiento y cerró la puerta tras de si. Una vez dentro, eligió el compartimiento más confortable para emprender un viaje tranquilo, apaciguado, en calma. Y a pesar del ruido inicial del rail, cuando el tren comenzó a coger velocidad, los campos y las montañas empezaron a aparecer por su ventana y todo ruido molesto se disipó. El cielo azul lo bañaba todo, se reflejaba en el agua de un lago que había aparecido, de repente, después de un gran bosque de abedules. Se sintió arropada por la naturaleza, se sintió abrazada por esos maravillosos árboles, mientras, su rumbo no se perdía. Su brújula interior bien sabía donde estaba el norte. Ahora, se sintió corriendo de nuevo, fluía sóla, dejándose llevar por el viento, dejándose acariciar por él y volviendo la cabeza atrás de tanto en cuanto para ver que le seguía, no de muy atrás, su fiel compañero. Corre más rápido que el viento, dijo ella una vez cuando le tiró una piedra unos años atrás. Ahora, la piedra era ella, y más rápida que el viento seguía su camino en la correcta dirección. Y en la más acertada situación.

De dos en dos

De donde no puede volar, de donde no puede expresar, donde siente el corazón, donde acaba la sin razón, donde todo vuelve a sonar, y donde el mundo empieza a soñar.
Donde reina la pasión, donde la lluvia no viene mal, donde el sol empieza a asomar, por detrás de aquel nubarrón.
Donde para el perdón, donde calma el subidón, donde baja el callejón y sube a tiempo el clamor, de las alas al desplegar, del jazmín al olorar, el suave aroma de tu ser, el dulce juego del querer, querer ser aquí sin más, más que nada, nada que hablar. Hablando pierdo el corazón, callando entiendo a la razón, razón silencios de emoción, moción en tiempos de dos en dos.
Y tres canciones al atardecer, cuatro aves vuelan al perder, el día gris a nubes hoy, del día de sol a rayos voy.

A siento

Parando a cada rato, a esperar sentado cuento, lo que veo apunto mientras pienso que está sucediendo, cómo están viviendo, cómo están sientiendo. Parado a cada rato, esperando a estar sentado mientras cuento los momentos, mientras siento en mis adentros, en el asiento el tiempo pasa, en el presente el futuro aterriza. En el pasado se va la brisa. Aquí, hoy no hay prisa.