Caminos perdidos entre maneras, destinos hayados en primavera.
Florecen veranos más allá del tiempo de los deseos y se deshacen tremprano en otoños de oja caduca.
Y cae el invierno encerrando pieles de seda y camisetas con aroma a playas y vientos del sur.
En caminos hayados de mil maneras, amantes que vuelan en carreteras.
Desechan ritmos a contrabajo, volviendo a sonidos con altibajos. Bailando esperan no parar jamás, y soñando se encierran en el ahora, aquí y sin más.
Cayendo a tiempo para no despertar.
Del sueño de la vida