El sueño de la vida

Caminos perdidos entre maneras, destinos hayados en primavera.

Florecen veranos más allá del tiempo de los deseos y se deshacen tremprano en otoños de oja caduca. 

Y cae el invierno encerrando pieles de seda y camisetas con aroma a playas y vientos del sur. 

En caminos hayados de mil maneras, amantes que vuelan en carreteras.

Desechan ritmos a contrabajo, volviendo a sonidos con altibajos. Bailando esperan no parar jamás, y soñando se encierran en el ahora, aquí y sin más. 

Cayendo a tiempo para no despertar.

Del sueño de la vida

Cuando no llueve

Un rayo de sol entra por la ventana. Un nuevo color ilumina la habitación que hoy parece diferente, ¿o es diferente? Puerta cerrada, ventanas cerradas y el sol ya tiene la fuerza de colarse entre los muros de palmera. Después de la tormenta siempre llega la calma, se repite constantemente en mi cabeza como un mantra desde hace ya varios días. Pero hoy no sigo. Hoy simplemente sonrío y salgo a ver el día. Sol. Un sol desgarrador, pero entre nubes. Un sol dorado pero atenuado por las nubes blancas a su alrededor. Y aún así tiene la fuerza de colarse entre los muros, me repito. Aquí el sol funde a las nubes. Cuando no llueve.

Balanceo

Hacia delante y hacia atrás,
Con el viento fuerte, con la lluvia tenue
Con el corazón abierto, con las manos vacías,
Con el peso del pasado, la esperanza del futuro..

Y hacia delante y hacia atrás,
equilibriando y balanceando
uno y dos
momentos vienen, momentos van
Tormentas se acercas, soles se van
nubes que dejan, aguas que caen
horizontes perdidos, barcas que atracarán
en puertos que callan, sueños que amarrar

Y hacia delante y hacia atrás
Nuevo día viene, otro día más.

En medio me quedo para volver a empezar.

Koh Chang

Una hoja que cae

Una hoja que cae,
    un silencio que acaba.

Un camina que va,
   una palabra olvidada.

Un destello al entrar,
   en una profunda mirada.

Un deseo que va
    tras un alma olvidada.


Un momento que está
   un tiempo que no promete.

Un te quiero parar,
    corriendo, corre va y vete.

SER

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Ser


Vivir



Sentir

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De las vidas más espontáneas se extrae la esencia de la felicidad.
Ese estado que se bebe con un toque de canela dulce y lemongrass.
Ese hielo que recorre tu espalda en medio del Desierto del Gobi,
O ese fuego que encendisteis en la altura de la fría noche tibetana.
La sonrisa de la gente al pasar.
La caricia del hombre al amar.
Las miles de risas que suenan entre templos
y las miradas de complejidad en las rutas de carretera.
El momento en el que un coche paró para recogernos.
La música cuando fluye hacia fuera, desde dentro.
Cuando sabemos que lo que está sonando es algo muy bueno.
Los bailes entre esas luces de colores.
Y los sentidos latiendo a la luz de la luna llena.

Correr como niños, reir como nunca, hablar como si no existiera el tiempo. Cantar a gritos, bailar sin miedos. Soltarse el pelo. Besar. Regalar. Recibir y dar. Llorar. Recordar y ayudar. Escuchar. Amar



Fotógrafa: Ruan Lanxi

www.ruanlanxi.com

Revuelvos y vueltas

A gritos y a voces,
a esperas y ciegas.
De nuevos caminos,
de manos vendadas.
De abrirse a destinos
de puertas calladas.




...
Por cartas certificadas

                                               que salen del viento

y vuelan con la mano

                       que ha escrito un deseo.

Al ritmo de la melodía

Caminó hacia la puerta, dejando atrás el olor a pan tostado, a té con leche y a mantequilla fresca. Cogió el llavero rápido, casi sin dejar sonar ninguna de las llaves, emitió un sonido seco, como si alguien hubiese arrojado un hierro al suelo. Cerró tras de si la puerta de madera, tan grande que podría haber salido con él toda su familia. Pero esa mañana, y como todas, caminaba sólo y hacia ella. Ella era su fiel compañera. Cuando el verde reinaba en el campo, él y su furgoneta iban, día tras día de un valle a otro, de una bahía a la siguiente, de un pueblo al próximo. Y ni un sólo día fallaba una de esas canciones en las que la melodía fluye como un arroyo en medio de la estepa, fluye suave y lentamente, como cuando se ve aparecer en el horizonte una manada de Yaks acercándose colina abajo. Poco a poco y a su ritmo, van llegando a donde él se encuentra. Yaks negros, blancos y de tonos amarronados. Entonces, sale de la furgoneta, sin apagar la radio, se acerca a uno de ellos para acariciar su lomo, al ritmo de la melodía. Y sin apagar el motor.

Se despertó

Se despertó el tiempo en el infinito mientras pensaba en irse a dormir. Se despertó el alma en un granito tirado en el suelo de maíz. Se opuso el sonido de la lluvia al aire al verlo venir. Quitóse deprisa el molino al corazón poder herir. Deprisa andó el camino por la vuelta del edén, sin encontrar su destino, abrió la puerta sin querer.
Asomada a la ventana, la prisa esperaba sin tener nada que hacer. Pues la calma hallaba al estrés detrás del momento y del revés. Vióse venir la penumbra detrás de la luz del atardecer, amaneciendo apagada un poco después de reconocer.. al día que apaga, la noche que atina a darle al sol para perecer, torturas de luna, amigos de una que asoma que no quiere verse atraer, por estrellas que ríen, amores que atan, desastres que paran las armas de ayer. Domingos que datan, días que no acaban y dolores que calman miradas a tres. Parece que llueve, parece que ríe, parece que paran dos veces o tres, las palabras que guían a tu parecer, adoptan suspiros, regalan cariños y terminan en guiños al verse otra vez.

Volaba

Despertó,
con el aire de la mañana,
alzó la mirada
y bien alto,
estaba ella.

Despertó,
con el susurro del viento,
alzó sus alas
y bien alto,
voló hasta verla.

Se acercó,
lentamente,
la fuerza del viento en sus alas
   
 y acarició sus entrañas.

Se alejó,
al instante,
deshaciendo sus ganas

 de alzar la vista al viento.

Descubrió entre colores, que de muy altas sus ramas, nacían canciones.

Y que lloraban oraciones.

Recoge la luna

Recoge la luna que ya es tarde.
Apaga las estrellas que el sol arde
por salir
por darte la mano a ti.
Coge tu sonrisa y vámonos siguiendo al río,
que él ya sabe por donde ir.
Y así, dejando la preocupación en casa,
nos bañamos de camino y saltamos al destino,
nos perdemos en deseos y buscamos los te quieros.
Vamos, recoge la luna que ya es día...

Gracias

Me voy cruzando con vidas en las vías más perdidas.
Donde la gente da sin esperar, donde recibes sin tener nada que dar.
Hoy, mañana ya se verá. Otro sol nacerá y desde él


el universo se expande....


GRACIAS

Caminaban

Caminaban sosteniendo en ambas manos unas bolsas de plástico que habían adquirido minutos antes, cerca del sitio donde ahora se encontraban.
Caminaban sosteniendo unas vidas de lujos sin sentido, unas manos repletas de oro y un cuello erguido para lucir mejor ese collar de diamantes manchados de sangre.
Caminaban sin saberlo por adoquines con mucha historia, con trasfondo y significado. Pero ellos sólo pisaban la parte superficial de la vida. Por la zona alta de las ciudades, sin apenas ver el cielo y sin saber que hay un infierno, paseaban, compraban y compraban.

A su derecha, dormía en su mausoleo un estrella roja que había dejado de brillar hace muchos años. A la izquierda uno de los más ricos centros comerciales del ya rico centro de la ciudad. En medio, la unión de los mundos opuestos...

Miraba alto

Miraba alto y despegaba al cielo, miraba alto y sentía el vuelo.

If I am

Rememberings of seaplace

Destellos

Destellos de amor en un cielo despejado

Como curvas de mujer

Se desacen como curvas de mujer, al mar se dejan caer, hoy callan las montañas...


 y suena la brisa del mar.

Fluyendo

El fluir de la vida sigue, rozando la rosa que nada en el arroyo.

Espléndida

  Me desperté un domingo por la mañana, bien pronto, con el sol que rozaba la almohada de mi cama. Me puse las zapatillas y fui a la cocina. Hacía un día espléndido y me sentía espléndida. Miré por la ventana de cortinas a topos que tanto me gustaba, aquella que mientras fregaba me ayudaba a rascar el quemado pegado a la olla de flores, aquella que me hacía más llevadero el aclarar de las dudas y el escurrir lo negativo. Tan sólo me hacía falta mirar por esa ventana y prenderme del mundo que a través de ella se ve. Un anciano pasar, un coche aparcar, un árbol bailar o un cielo cantar. Sólo me hacía falta mirar por la ventana, aquella espléndida ventana.

En envoltorios de naturaleza

 Se desperezó orgullosa de lo que quedaba atrás y de lo que tocaba venir en adelante, sin bien saber qué le deparaba ese futuro siempre incierto, estiró sus brazos y sus alas lentamente empezaron a revolotear. Poco a poco fue despegando sus pies descalzos del trigo pisoteado en una tranquila y acogedora noche, y empezó a volar, de un lado a otro, con movimientos lentos pero precisos. Cuando estaba ya a un metro del suelo, aceleró su vuelo cual colibrí, de un lado a otro, parándose en cada extremo del recorrido unos instantes, lo justo para poder mirar aquí y allí. Era su pasatiempo matutino, observaba desde distintos ángulos el prado. Cercionándose de los crecimientos nocturnos aquí y allá, olorando flores, retirando las gotas del rocío de las hojas de los árboles más grandes y verdes, saludando a los pajaritos que a su vez empezaban también a desperezarse y sonriendo aquí y allá, allá y aquí. Llendo y viniendo. Así, despertaba y ascendía con el sol y la mañana. En envoltorios de naturaleza.

Fusión natural

Alzó la vista, con los pies en el suelo y los tacones apuntando bien alto, hacia un cielo emblanquecido por el frío de una mañana que ya había pasado hace rato. Nadie la observaba, pues no se sentía observada. Pero ella miraba fijamente hacia arriba, hacia el infinito. Su negro traje contrastaba con aquel blanco paisaje. El yin y el yan aparecían casi de forma natural en su fusión con el entorno. Ella sabía a qué había venido. Su rostro no palidecía, sus cejas, firmes, acompañaban esa entera y penetrante mirada que nadie pasaba por alto. Agarraba bien fuerte entre sus puños los tacones que con tanto porte paseó por el asfalto. Pero ya de nada servían en tierra mojada. Debajo de una higuera, olvidó todo protocolo, se despojó de toda enseñanza social y cultural e inició la conexión verdadera. Uniendo pies a tierra y cabeza a cielo, comenzó el ritual del presente. Por equilibrio, una linea que la unía a través de su columna vertebral al mundo, y por fuerza, todo lo aprendido a lo largo de la vida. Comenzó a dejarse llevar, comenzó a caminar con las manos y a coger todo con sus pies.Comenzaron las ramas a bailarle y el tronco a susurrarle los pasos que tenía que seguir para contuniar en compás y armonía con la naturaleza. Sonando estaba pues, la melodía de la impermanencia.

Entre las olas

Resurgió de lo más profundo, devolvió a su cuerpo el tacto del aire después de meses en las profundidades de las aguas mediterraneas. Resurgió de entre olas como resurge el sonido del viento cuando corre entre enzinares. Abriendo los brazos al mundo y al son del oleaje, creó un camino de fuerza hasta la orilla de comienzos absolutos, austeros y sencillamente inolvidables. Del nadar al caminar, de la nada al todo pasó. Un instante, sólo un instante.

Not ending

Se deslizaba por entre sus manos acariciándola suavemente. El agua, fría entre sus dedos, volvía a su origen una y otra vez, sin dejarse interrumpir. El ciclo de vida, el ciclo del agua, el ciclo del universoentre sus manos. Refrescando y saciando la sed, el infinito atrapado un instante.

Shanti shanti

Me viene de espaldas, me arropa desnuda, me besa temblando, un baño en las nubes. Me salta una lágrima, me suena una risa, me viene despacio, una suave brisa. Montañas que suben en mares que bajan, reflejos que vienen, cielos que se espantan. Aguas que se calman, y gotas que brotan, suspiro en el alma y respiro sin prisas.

Más rápida que el viento

   Deambulando por la montaña, mientras esperaba al relevo de la salvación, divisó, sin querer, la posible conexión de dos de sus sueños más remotos. Creyéndose encontrar en el momento adecuado para decidir, corrió y corrió tras ellos. Su perro le seguía, siempre fiel, sin fallar a la tradición. Cogió el primer tren que vió en el andén de su mente, sin preocuparse por el precio del billete ni por el tiempo ni el destino al que llegaría, simplemente se subió al primer pensamiento y cerró la puerta tras de si. Una vez dentro, eligió el compartimiento más confortable para emprender un viaje tranquilo, apaciguado, en calma. Y a pesar del ruido inicial del rail, cuando el tren comenzó a coger velocidad, los campos y las montañas empezaron a aparecer por su ventana y todo ruido molesto se disipó. El cielo azul lo bañaba todo, se reflejaba en el agua de un lago que había aparecido, de repente, después de un gran bosque de abedules. Se sintió arropada por la naturaleza, se sintió abrazada por esos maravillosos árboles, mientras, su rumbo no se perdía. Su brújula interior bien sabía donde estaba el norte. Ahora, se sintió corriendo de nuevo, fluía sóla, dejándose llevar por el viento, dejándose acariciar por él y volviendo la cabeza atrás de tanto en cuanto para ver que le seguía, no de muy atrás, su fiel compañero. Corre más rápido que el viento, dijo ella una vez cuando le tiró una piedra unos años atrás. Ahora, la piedra era ella, y más rápida que el viento seguía su camino en la correcta dirección. Y en la más acertada situación.

De dos en dos

De donde no puede volar, de donde no puede expresar, donde siente el corazón, donde acaba la sin razón, donde todo vuelve a sonar, y donde el mundo empieza a soñar.
Donde reina la pasión, donde la lluvia no viene mal, donde el sol empieza a asomar, por detrás de aquel nubarrón.
Donde para el perdón, donde calma el subidón, donde baja el callejón y sube a tiempo el clamor, de las alas al desplegar, del jazmín al olorar, el suave aroma de tu ser, el dulce juego del querer, querer ser aquí sin más, más que nada, nada que hablar. Hablando pierdo el corazón, callando entiendo a la razón, razón silencios de emoción, moción en tiempos de dos en dos.
Y tres canciones al atardecer, cuatro aves vuelan al perder, el día gris a nubes hoy, del día de sol a rayos voy.

A siento

Parando a cada rato, a esperar sentado cuento, lo que veo apunto mientras pienso que está sucediendo, cómo están viviendo, cómo están sientiendo. Parado a cada rato, esperando a estar sentado mientras cuento los momentos, mientras siento en mis adentros, en el asiento el tiempo pasa, en el presente el futuro aterriza. En el pasado se va la brisa. Aquí, hoy no hay prisa.

Luz y oscuridad

Semblante pensativo, desastre imaginativo. Soñar, restar, sumar.
Cantar, hablar, reir.
Oscuro interior, resplandeciendo el exterior.
Estático en sus adentros, a fuera el mundo sigue viviendo.
Palmeras y montañas. Luces que esperan iluminar su rostro.
Semblante oscuro, hablando duro.
Esperando iluminar, a ti el sol y el día llegarán.

Gotas 3

Al sol espero,

en errante reposo

de hoja al degradar.

Sabiendo que aquí,

vapores se alzan

elevando mis sueños.

Y denotan que quiero

pararme a esperar,

quedarme a sentar.

Gotas 2

Cayendo lento,

Parando a tiempo

y apegando siento

me extiendo al tiempo

espacio abierto

de formas vierto

a oscuras bajo

abajo pierdo

forma y razón.

Gotas 1

Paradas en el tiempo,

formando el momento.

Sin subir ni bajar

estáticas en un lugar,

de brisa fresca,

gotas del mar

amarillo fuego,

visten de acero

hojas sin miedo.

Simplemente sin saber

Dominante cielo azul que reflejas en tus nubes el universo y el infinito-. Ese fue su primer pensamiento al salir de su portal y mirar hacia arriba, para observar el tiempo e intentar predecir para donde dejarse llevar. Le encantaba salir de su casa sin saber y sin haber visto nada del exterior. Simplemente levantarse, vestirse y salir sin más pensamiento que el de ver el cielo y sentir la luz natural en sus pupilas. Sin planes de a dónde ir, sin saber dónde iba a terminar ni cuando iba a volver. Sin saber. Simplemente sin saber. Algo que le parecía tan simple y tan complicado a la vez, que ya muy pocas veces sucedía. Últimamente la rutina de la planificación había invadido su espacio, su hogar, su tiempo y lo más importante: su mente. Pero hoy era un día diferente, hoy era un día especial. El principio de muchos. Hoy era su día. Salió y se dejó llevar todo recto. Luego giró a la derecha. Después se dejó llevar hacia la izquierda oliendo a libertad y sientiendo esos rayos de sol que algún edificio de menos altura dejaba colarse hasta llegar a tocar su piel. Entonces decidió: hoy me voy de paseo contigo, sol.

Rumbo a ninguna parte

Pasando sin mirar
andando sin ver
corremos sin rumbo
rumbo a ninguna parte.

Minuto en el atardecer
momentos sin nada que hacer
volviendo el mundo a enrojecer
por ver tu sonrisa crecer.

El Callejón no tiene salida, el callejón no lleva a ninguna parte. El callejón me para en su medio para dejar que le obserbe, su luz y su sombra, su estrecho y su ancho, su eterno equilibrio. Lucen las luces apagadas pues el sol ilumina el día, luces que luces más cansadas que no terminan hoy su poesía. Enciéndeme un suspiro, apágame en grito. Descríbeme el infinito y pinta de azul el bosque perdido. En el mar se pierde mi vista, en mi vista el mar aparece. Descendiendo y ascendiendo, suave brisa, enloqueciendo sin prisa.

De donde vengo

Como una gota cayendo al mar,
en un reflejo, dentro de mi, sal.
De adentro vengo
y por venas entro.
Acariciando suelto, muy suelto
y volviendo al centro del equilibrio,
de donde soy.

Como una gota cayendo al mar,
salgo de dentro, de dentro, sal.
De mis adentros, en mi estallar
expando el cuerpo,
y exalta el azar
Inquieto el cielo, de donde vengo
a donde voy.
A donde soy, en donde estoy
A donde quiero, en donde voy
A donde dudas no existen más
A donde quiero cayendo al mar.
En donde el sueño no duerme más
En donde el hada echa a volar...

Freedom

Subiendo y en ascensión. Hacia delante y con decisión.
Continuando en el juego, bailándole al fuego.

Camino entre deseos, abriendome al ego.
Cerrando miedos, acallando los credos.

Subiendo y con atención. hacia delante y en situación.
Seguimos en el medio, cantando sin miedos.

Buscando la libertad, encontrando la agilidad. Freedom. Aquí está.

La fábrica del olvido

Desmontaba su futuro tirando por la borda todo lo que encontraba, se olvidaba de que las puertas servían también para abrirse, dejó de utilizar su termo para calentar y empezó a quemar toda madera en la chimenea, llenándose todo de un humo espeso y oscuro que pronto hizo desvancer todo lo construido. Mientras tiraba los restos de caña, que al azar elegía, intentaba buscar un recuerdo de color rojo con el sonido de fondo del bambú rodando por el suelo. Destruía hasta los marcos de las puertas, pues no había ya entradas ni salidas, tan sólo un pasillo sin final. Y fuera, el suelo se perdía entre la mierda, mierda que un día fue parte de una casa que con sutileza, veía pasar día tras día, a miles de personas, llendo y viniendo. Andando y corriendo. Riendo o hablando. Ahora, sólo quedan escombros y alguna que otra libreta con su firma. La firma de la casa.

En la esquina, unas balanzas abandonadas hacen balance de las grandes pérdidas habidas. Dan señal de lo que fue y ya no es. Las estructuras de la salas de almazenaje llacen carcomidas sosteniendo al aire, mientras en la cámara refrigeradora se acumula el calor del olvido. Ahora, muebles abandonados acumulan polvo y las tapas de un producto que ya no se fabricará más esperan al vacío en cajas amontonadas. Ya no hay actividad entre estas paredes. Ya nadie utiliza ese ascensor, las enredaderas son las únicas que suben al segundo nivel. No hay  más subidas, no hay bajadas. La linea de teléfono fue cortada. El número, ya nadie recuerda cuál fue el número de teléfono. Ya nada volverá a sonar entre estas paredes. Ya nada más que el olvido habita esta fábrica, la fábrica del olvido.

Ofrenda a la naturaleza

Viento, sol y nieve.

      y silencios deseados en caminos alborotados.


Descansos de la ciudad,



      y respiros de pureza.

Vuelve conmigo

Vuelve conmigo, tierra olvidada.
que no te quede motivo, vuelve conmigo.
Deambulas y trasteas,
Derramas y goteas.
Vuelve conmigo, sol del desierto
que no te falte el aliento, vuelve despierto.
Arrastras y trasegas
Derrites y congelas.
Vuelve conmigo, fuerza del viento
que no te quede un momento, vuelve contento.
Corriendo y paseando
Gritando y calmando...
Vuelve conmigo

esperas y espera

Oscurecido mirando al sol,
empedernido del cielo, dijo, estoy.
De la ventana al mundo voy
sereno, el viento, sopla hoy.

El día blanco saludos con,
aliento práctico respira la voz.
Crispando maices de dos en dos
explotando matices de vos a vos.

Espero seguirte poder del son,
abrirte a amarte deleite de amor.
Suspiro de pájaros en campos de arroz
beberte entera a ti copa de ron.

A tientas te sigue el corazón
si mientras vives tú y la razón.
No olvides el irte pues del rincón
abajo te espera durmiendo emoción.

ÓN on ON O o noo??

Nos..qué?

Nos desatamos en rojo de pasión,
nos perdemos en el movido deseo
delante de la mirada de luz albina
y de oscuridad perenne.

Nos adentramos en el si y el no
en el diferente e indiferente,
en el quizás o ¿porqué no?
en el ahora del otro día.

Nos apaciguamos los corazones
serenos y escondidos
debidamente situados por arrastre
confusamente rodeados de desgaste.

Nos suavizamos del albedrío
de la noche y del reproche
del color de un nuevo día
de un sabor que no sabía.

Nos situamos
Nos encontramos
Nos liberamos
Nos recorremos
...

Camino lentamente caminos

Días que anochecen entre quehaceres,
noches que transcurren llenas de placeres.
Periodos de tiempo congelados,
Testimonios de ciego amor helado.
Probando el cielo en cada instante
Sintiendo el mundo respirante.
Ambientando el aire con hechizos,
Moviendo el tiempo a pellizcos.
Quedándose estables los mundos queridos
del probar y del experimentar calores
del sudar y del tocar olores.
Las noches del deseo,
los días del camino.
Camino lentamente camino
camino de flores secas y hojas muecas,
camino de aires fríos y humbríos,
Camino lentanmente caminos
de azahares y  narcisos,
de andares rápidos que te piso
de pasos suaves y precisos.
Caminos lentos pero caminos.

El sentido del momento

La vida que se esfuerza en salir adelante,
La vida que atrapa momentos cortos e intensos,
La vida que vuela por los aires dibujando figuras del azar más controlado.
Entre el viento y el deseo, gana el amor de volar en la dirección correcta.
Entre el fuego y el desenfreno, gana el entreno de las emociones.
Día tras día, vence la fuerza del amor en cada instante que dedicas tu esfuerzo a mejorar.
Despegues y aterrizajes,
Despliegues y voltajes,
Energías en movimiento,
El sentido del momento.