sábado, 13 de abril de 2013

Más rápida que el viento



   Deambulando por la montaña, mientras esperaba al relevo de la salvación, divisó, sin querer, la posible conexión de dos de sus sueños más remotos. Creyéndose encontrar en el momento adecuado para decidir, corrió y corrió tras ellos. Su perro le seguía, siempre fiel, sin fallar a la tradición. Cogió el primer tren que vió en el andén de su mente, sin preocuparse por el precio del billete ni por el tiempo ni el destino al que llegaría, simplemente se subió al primer pensamiento y cerró la puerta tras de si. Una vez dentro, eligió el compartimiento más confortable para emprender un viaje tranquilo, apaciguado, en calma. Y a pesar del ruido inicial del rail, cuando el tren comenzó a coger velocidad, los campos y las montañas empezaron a aparecer por su ventana y todo ruido molesto se disipó. El cielo azul lo bañaba todo, se reflejaba en el agua de un lago que había aparecido, de repente, después de un gran bosque de abedules. Se sintió arropada por la naturaleza, se sintió abrazada por esos maravillosos árboles, mientras, su rumbo no se perdía. Su brújula interior bien sabía donde estaba el norte. Ahora, se sintió corriendo de nuevo, fluía sóla, dejándose llevar por el viento, dejándose acariciar por él y volviendo la cabeza atrás de tanto en cuanto para ver que le seguía, no de muy atrás, su fiel compañero. Corre más rápido que el viento, dijo ella una vez cuando le tiró una piedra unos años atrás. Ahora, la piedra era ella, y más rápida que el viento seguía su camino en la correcta dirección. Y en la más acertada situación.

3 comentarios:

Jozito Mastah dijo...

brutal

Ro dijo...

Que bonito Lauri! Te juro q me he puesto a leer y me he embobado hasta terminarlo!

perdidaenelpresente dijo...

jajajajaja ni sé como he visto vuestros comentarios como nunca tengo XD grasis :)