Nos desatamos en rojo de pasión,
nos perdemos en el movido deseo
delante de la mirada de luz albina
y de oscuridad perenne.
Nos adentramos en el si y el no
en el diferente e indiferente,
en el quizás o ¿porqué no?
en el ahora del otro día.
Nos apaciguamos los corazones
serenos y escondidos
debidamente situados por arrastre
confusamente rodeados de desgaste.
Nos suavizamos del albedrío
de la noche y del reproche
del color de un nuevo día
de un sabor que no sabía.
Nos situamos
Nos encontramos
Nos liberamos
Nos recorremos
...
domingo, 20 de enero de 2013
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